viernes, 17 de marzo de 2017

Passato

Voy a empezar hablando por el pasado. Días antes de  partir mis familiares y amigos me hacían la pregunta más frecuente; "¿Estás nervioso?" A lo que yo respondía que no, no tenía nervios, tenía ganas de ir y aunque suene típico, vivir la experiencia. El día de coger el avión el estrés se apoderó de mi, por si la maleta pesaba más de lo permitido, por si se me quedaba algo y dejar relaciones que comenzaban atrás, pero quesaba cada vez menos y debía estar a tiempo en el aeropuerto. El camino se me hacía eterno y cuando me di cuenta ya me estaba despidiendo de mis padres y acto seguido esperando a que el avión saliese. El vuelo se hizo largo pero gracias a mi "compis de vuelo" fue bastante ameno. Llegamos por fin a Roma y nos encontramos a la otra parte del grupo que habían viajado aparte. Una vez allí nos quedaba lo más duro, hacer noche en el aeropuerto para al día siguiente coger la guagua para llegar a la estación de tren y coger el tren hasta Reggio di Calabria. Fue bastante duro pero una vez nos encontramos en el tren todos dormimos un poco y nos sirvió para recargar algo las pilas. Llegamos a Reggio di Calabria y Paolo y Nazarena nos recibieron, no los imaginaba tan jóvenes y amables, un encanto desde el principio. Después de poder ordenar las maletas en el coche nos llevaron hasta el piso. El piso es maravilloso, frío también hay que decirlo, molto freddo jajajajaja, pero me gusta mucho. A la mañana siguiente tuvimos una reunión con Paolo donde conocimos a Santina la que iba a ser nuestra profesora de italiano en los próximos cinco días y nos explicaron algunos detalles. Comenzaba ya nuestra experiencia en Reggio di Calabria.